XURE HABIA LLEGADO AL
PARAISO
Xure HABIA llegado al
paraíso, que en nada se parecía a lo que habia visto a lo largo de los años,
aquel no era el hermoso lugar al que cada año los dioses se reunían, aquel era
un lugar sin dioses, un lugar infernal que sometia los cuerpos de sus
ocupantes, obligados a mirar en una sola dirección, su prisión, era su cabeza y
sus pensamientos algunos incluso parecían cadáveres en vida a excepción de sus
cabezas que permanecían jóvenes y bien alimentadas, muchas de ellas tenían
cuerpos de ancianos, a tres metros de la fila donde el cuerpo de Xure se
encontraba se encontraba Jessica, la esposa del hombre que hacia las vasijas de
barro en el pueblo, Jessica solia
decorar con sus manos todas la vasijas con intrincadas imágenes que nadie nunca
entendia, la reconocia fácilmente por su piel albina, pero no se parecía en
nada a la mujer que Xure habia visto frente a frente, a solo tres pasos de ella
su cabeza era la misma, pero su cuerpo y sus piernas eran el de una anciana
atrofiada y esas no eran las manos que grácilmente recorrían las vasijas
realizando dibujos, aquellas manos huesudas no podrían haber levantado ningún
objeto, todo estaba mal en aquel sitio, y la gran mayoría de la gente tenia
muñones por manos, algunos presentaban deformidades en el cuerpo o bolas del
tamaño de manzanas acumuladas en el cuerpo, a excepción de la cara todos
parecían estar enfermos de algo. Ante ese pensamiento Xure volteaba con dolor la
cabeza para tratar de ver sus brazos, lo cual resultaba una tarea titánica.
Intentaba mirar hacia los lados y sufria de un dolor terrible en todo su ser,
de reojo podia ver a mas gente atrapada de igual manera en la tira
transportadora nada comparado a la hermosa escena de sus ancestros escalando
hacia la punta de la pirámide, su cuerpo se movia en esa dirección lo quisiera
o no, era una sensación desagradable, no era eso lo que quería y su cuerpo, era
el de un anciano, y por primera vez sentía el dolor de un anciano como cada
noche en la aldea solo que este era real y duradero.
El interminable desierto
de personas atrapadas eran arrojadas desde lo alto de la pirámide, su sangre
recorría lo largo de la pirámide convirtiéndola en una cascada de sangre fresca,
el olor a muerte le hacía marear y las cabezas rodando lo tenían con los ojos
bien abiertos, solo el observaba al parecer aquel rio de sangre pues todos los
demás que eran transportados por la banda parecían en su mayoría mas
tranquilos, excepto uno, uno a cuatro filas mas alejadas, era una gran momia
humana, parecía aun mas asustado que Xure, el color de su cara era tan palido
que casi podría hacerse pasar por un dios si permaneciera de ese color toda la
vida, pero era debido al miedo, y no a la inmortalidad del anciano.
Xure tenia un terrible
dolor de cabeza era como si una flecha le atravezara de un extremo al otro la
cabeza para sostenerlo mirando hacia adelante, y si se atrevía a moverse la
sangre salía de sus cienes. Al parecer el anciano lograba girar la cabeza en
todas direcciones sin importar cuanto gritara el anciano este no debaja de
mirar hacia todos lados, Xure trato de organizar sus ideas, primera habia que
recordar como es que ahí habia llegado. Tenia la sensación de haber caminado
demasiado y aun sentía un calor entre su entrepierna. Algo le decia en su
interior que aquel anciano loco era una señal de algo importante, algo por lo
que el habia venido. Se atrevio a mirar al anciano por todo el tiempo que pudo
soportar el dolor en su cráneo, mirando mas tiempo el anciano parecía no estar
tan asustado, si continuaba gritando pero si se le veía por largo rato podría
notar en su mirada una paz asombrosamente distinta de al cuerpo al que
habitaba.
Xure decidió entonces que
el anciano podría ayudarle a encontrar esa misma paz, y se atrevió a emitir un
sonido que al principio fue encubierto por los gritos del hombre. -¡Se…!?- Xure
hizo varios intentos pero las palabras eran encubiertas por los gritos de aquel
hombre. -¡..een..r…! – por un momento Xure creyo que aquel hombre habia
volteado directamente a verlo pero no habia podido retener su mirada –¡Seeor!-
grito varias veces hasta que un grito bastante considerable surgio de su boca
reseca.
-¡Señor!- grito y vio lo
que le pareció el cuerpo más extraño de su vida, el cuerpo del anciano parecía
estar hecho de caucho puro un gran cráneo giraba en todas dirección y sin
embargo se dirigía solamente a el.
-¡Callate muchacho,
cállate, que no vez que nos estamos ocultando?!, tu sige la corriente y tan
solo escucha mis gritos- decia el anciano mientras la sangre le corria a travez
de sus arrugas.
-¿Qué?- Xure se pregunto
para si mismo Todo aquello era mas que irreal, tenia que ser el sueño mas loco
que habría tenido porque aquella persona sangrante le pedia que tan solo viera
su dolor y no querían que lo interrumpieran- su rostro regreso a su posición
mas cómoda, y un gran espejo le devolvía ahora su reflejo, podia ver su rostro
de niño, su rostro joven y adulto pasar a ser un anciano, jamas habría
imaginado que algo pudiera mostrar de esa manera el futuro, tenia que ser obra
de algún dios que le mostraba su destino, por un momento creyo entenderlo todo,
aquella era su vida pasar frente a sus ojos.
Por un momento pensó que
tendría sufiente tiempo para analizar su sitacion, no sabia cuanto tiempo habia
dejado de mirar su propio reflejo pero a pesar de que miraba hacia la derecha y
no al frente ahora el dolor ya no era tan insoportable, aunque aun asi pensaba
que se desmayaría cuando por fin llego a lo alto de la pirámide. Xure tenia la
sensación de que sus ojos saldrían de sus orbitas no quería mirar porque sabia
que su vida era un desastre, quería el castigo ya y ahora, no quería tenérselas
que ver con su pasado, y menos con el Dios que castigaría ese pasado.
Cerro los ojos y un dolor
invadio todo su cuerpo, no habia ninguna luz al llegar a la cima, no era digno
de pasar al paraíso.
Hola Xure.
Una voz
metalica recorrio toda la habitación
¿Quién eres?
Mi nombre es
Ometeotl, y en algún momento de mi vida fui humano. Ahora no soy nadie, soy lo
que en mi tiempo humano la gente llamaría una vieja historia. Un pequeño aleteo
de información que comenzó justo aquí, para cambiar la historia de nuestra
humanidad.
Al parecer OME solo podia
hablar de una manera poco humana, a diferencia de Josephine Ometeotl parecía
ser una maquina y un humano a la vez. Ome parecio estudiar el cuerpo de Xure
con sus luces para comprender mediante una lectura de su cuerpo lo que no decia
con palabras.
“el hombre que honra lo
meramente artificial es dios de su paraíso y esclavo de la maquina” -dijo para Xure -Yo deje de existir hace mas
de 10000 años, lo que vez ahora, el mundo que conoces, solo son los multiples
paraísos que cree para mi, después sembré la idea de la felicidad en esos
paraísos para toda la población entera. La gente es feliz, teniendo un destino
escrito al cual llegar, nadie tiene que lidiar con la realidad de un planeta
decadente y una muerte sin sentido. Las maquinas jugaron un papel importante en
mantenernos vivos durante tantos años, sin ellas vivir en el paraíso seria
imposible.
Vamos Xure? Eres mas listo
que esto crei que para entonces ya lo habrias deducido. Si recuerdas cosas de
tu pasado quiere decir que recuerdas la
historia del mundo, un mundo triste donde todos luchan por su supervivencia.
Algunos aun desean seguir viviendo en aquel lugar desolado, dicen que este
paraíso es la razón de nuestra decadencia.
¡Y lo es!- exclamo Xure
Sus maquinas sigen
contaminando el ambiente, nada nunca podrá crecer mientras estas maquinas no
desaparezcan.
¡Silencio! Estas maquinas
mantienen el orden! La gente teme los dioses, la gente es recompensada por esos
mismos dioses, la gente obedece. Tan solo un tonto no puede ver eso.
La gente no conoce su
propio cuerpo, nuestras almas están atrapadas sin poder avanzar, debe
desconectar la fuente, debe desconectarse y dejarnos morir, solo asi, nuestras
almas tendrán nuevamente una oportunidad de florecer en el futuro.
Tonterías de un viejo
loco. Debo admitir que te admiro Xure, es la tercera vez que entras a
convencerme, ¿sabes que nuestra luz es la que mas a brillado durante todo este
transcurso? Tu el dios de lo bueno, y yo el dios de la mentira. ¡DEBERIAN DE
AGRADECERME ESOS INGRATOS! –grito ometeotl- Yo les he dejado ver el paraíso sin
siquiera haber sido atormentados por el infierno.
Sabes cuantos han deseado
desconectarse este año? Un millón incluyendo, incluyendo a mi hija, mi propia
hija. Prefirió la muerte a continuar al lado de su padre.
-tú no eres su padre-
-claro que lo soy, lo fui
en todas sus vidas, y ella existe gracias a mi, gracias a la tecnología que la mantiene
viva-
- ¡Como prisionera¡, ¿que
no vez que todos somos prisioneros de tu locura? yo también deseo salir, y
morir para reunirme nuevamente con ella-
-Eso no pasara nunca te lo
aseguro, el infierno por el que pasaste te parecerá un verdadero oasis cuando
te encuentres con la realidad, ni siquiera recordaras nada alla arriba de tanto
sufrimiento y después pasaran millones de años en la eterna obscuridad-.
-no me importa, realmente
no me importa, la amo y se que su alma encontrara a la mia en algún momento, la
tuya también lo haría si nos desconectaras-
-Josephine esta muerta,
muerta, solo quiero regresarla al sistema para volver a imaginarme con ella-
-Josephine esta muerta, dejala
asi, debe seguir adelante-
-nunca encontré la luz,
nunca vi nada al final del camino, fue en ese momento cuando regrese a la
tierra, con todas esas ideas que rondaban en mi cabeza mi único plan para
seguir con vida era implantar en todos la idea, de que seriamos felizmente
inmortales. Los primeros cuatrocientos noventa tuvieron el suficiente dinero
para comprar las primeras pruebas, y ellos mismos patrocinaron el proyecto,
convivimos un tiempo en el OME hasta decidir si era realmente lo que queríamos,
y todos aprobaron la idea, pronto toda la gente se entusiasmo por el proyecto
la idea se difundio en las redes como la polvora, por fin verían en vivo y en
directo como los primeros quinientos individuos se hacian inmortales y vivian
en el paraíso de sus mentes, a los pocos minutos mas de la mitad de la
población estaba encantada viendo los resultados todos en el OME tenían un
pedazo de cielo asegurado, y muy poca era la gente que se resistia a probar al
menos una vez el diseño. Mi hija por el contrario, lloraba cada vez que la
conectaba, apenas tenia quince años, pensé que estaría lista, pensé que deseaba
estar al lado de su padre para siempre, pero ella no, Josephine no deseaba eso,
quería una vida lo mas humana posible y yo sabia que las cifras para el futuro
le deparaban solo un destino cruel. Asi que la oblige tantas veces como me fue
posible, y un dia no despertó de la cama, babeaba por la boca y se
convulsionaba su historial mostraba que habia descubierto la realidad por
tercera vez y quería regresar a ella pero era mucha información demasiado
confusa para darle un verdadero sentido, ella quedo atrapada en varias
historias, y aunque estaba en coma casi muerta, ahora si podía controlar sus
recuerdos, aquella locura solo podia tener sentido si yo se lo explicaba con
calma ver mi rostro es lo único que la tranquilizaba, ó al menos eso crei
durante todos estos años. Hasta que llegaste tu.
¿Qué acaso no lo recuerdas
verdad Xure? No recuerdas nada de lo que sucedió alla arriba, fue solo hasta
que pedi las grabaciones de las terapias cuando entendí que hacias aquí, y tu
fuiste lo suficientemente audaz para tomar dos vidas y pasar desapersivido, me
impresiona que no supiera de tu planes antes, pero eso esta por cambiar.
Me di cuenta de cual era
mi error cuando Jose escucho el tubo de plástico que rompio mi cabeza, y la
maquina comenzó a reproducir el mismo sonido cada cierto tiempo, un error en el
sistema que ya nadie podia arreglar desde fuera llegaste tu.
Asi que Teo, por fin nos
conocemos, tu eras el ultimo de los psicólogos del sistema, el ultimo que
comprendia a la perfeccion el sistema psicológico que mantenía a la gente atada
al OME, jamas quisiste ser esclavo de esto, tampoco quieres salvar a la
humanidad, simplemente has venido por ella.
¡Un hombre que venera lo
meramente artificial es dios de su propio paraíso y escavo de las
maquinas” -decia Teo aun sin poder creer
toda la historia que cargaban aquella frase.
-fueron tus ultimas
palabras antes de conectarme por ultima vez, a mi y a mi hija, sabia que la amabas, sabia que
esperaba un hijo tuyo, por eso la obligue una vez mas cuando me entere que
estaba embarazada de ti, para hacerla abortar mientras estuviera conectada-
Tu nunca lo sabrias, pues
supuse que morirías de manera natural como los demás infelices que dejaron sus
almas a su suerte, pero un dia apareciste en el sistema y mi única opción era
de nuevo borrarte de la vida de mi hija. Ahora ah muerto mi hija y nada me
detiene para desconectarte a ti y a todos los demas. Ingratos! Seguire viviendo
al lado de mi hija por toda la eternidad, y ella me amara igual que antes, asi
me tome otras mil vidas.
-Eso no sucederá- dijeron
Xure y Teo.