martes, 25 de marzo de 2014

Teo

XURE HABIA LLEGADO AL PARAISO

Xure HABIA llegado al paraíso, que en nada se parecía a lo que habia visto a lo largo de los años, aquel no era el hermoso lugar al que cada año los dioses se reunían, aquel era un lugar sin dioses, un lugar infernal que sometia los cuerpos de sus ocupantes, obligados a mirar en una sola dirección, su prisión, era su cabeza y sus pensamientos algunos incluso parecían cadáveres en vida a excepción de sus cabezas que permanecían jóvenes y bien alimentadas, muchas de ellas tenían cuerpos de ancianos, a tres metros de la fila donde el cuerpo de Xure se encontraba se encontraba Jessica, la esposa del hombre que hacia las vasijas de barro en el pueblo,  Jessica solia decorar con sus manos todas la vasijas con intrincadas imágenes que nadie nunca entendia, la reconocia fácilmente por su piel albina, pero no se parecía en nada a la mujer que Xure habia visto frente a frente, a solo tres pasos de ella su cabeza era la misma, pero su cuerpo y sus piernas eran el de una anciana atrofiada y esas no eran las manos que grácilmente recorrían las vasijas realizando dibujos, aquellas manos huesudas no podrían haber levantado ningún objeto, todo estaba mal en aquel sitio, y la gran mayoría de la gente tenia muñones por manos, algunos presentaban deformidades en el cuerpo o bolas del tamaño de manzanas acumuladas en el cuerpo, a excepción de la cara todos parecían estar enfermos de algo. Ante ese pensamiento Xure volteaba con dolor la cabeza para tratar de ver sus brazos, lo cual resultaba una tarea titánica. Intentaba mirar hacia los lados y sufria de un dolor terrible en todo su ser, de reojo podia ver a mas gente atrapada de igual manera en la tira transportadora nada comparado a la hermosa escena de sus ancestros escalando hacia la punta de la pirámide, su cuerpo se movia en esa dirección lo quisiera o no, era una sensación desagradable, no era eso lo que quería y su cuerpo, era el de un anciano, y por primera vez sentía el dolor de un anciano como cada noche en la aldea solo que este era real y duradero.
El interminable desierto de personas atrapadas eran arrojadas desde lo alto de la pirámide, su sangre recorría lo largo de la pirámide convirtiéndola en una cascada de sangre fresca, el olor a muerte le hacía marear y las cabezas rodando lo tenían con los ojos bien abiertos, solo el observaba al parecer aquel rio de sangre pues todos los demás que eran transportados por la banda parecían en su mayoría mas tranquilos, excepto uno, uno a cuatro filas mas alejadas, era una gran momia humana, parecía aun mas asustado que Xure, el color de su cara era tan palido que casi podría hacerse pasar por un dios si permaneciera de ese color toda la vida, pero era debido al miedo, y no a la inmortalidad del anciano.
Xure tenia un terrible dolor de cabeza era como si una flecha le atravezara de un extremo al otro la cabeza para sostenerlo mirando hacia adelante, y si se atrevía a moverse la sangre salía de sus cienes. Al parecer el anciano lograba girar la cabeza en todas direcciones sin importar cuanto gritara el anciano este no debaja de mirar hacia todos lados, Xure trato de organizar sus ideas, primera habia que recordar como es que ahí habia llegado. Tenia la sensación de haber caminado demasiado y aun sentía un calor entre su entrepierna. Algo le decia en su interior que aquel anciano loco era una señal de algo importante, algo por lo que el habia venido. Se atrevio a mirar al anciano por todo el tiempo que pudo soportar el dolor en su cráneo, mirando mas tiempo el anciano parecía no estar tan asustado, si continuaba gritando pero si se le veía por largo rato podría notar en su mirada una paz asombrosamente distinta de al cuerpo al que habitaba.
Xure decidió entonces que el anciano podría ayudarle a encontrar esa misma paz, y se atrevió a emitir un sonido que al principio fue encubierto por los gritos del hombre. -¡Se…!?- Xure hizo varios intentos pero las palabras eran encubiertas por los gritos de aquel hombre. -¡..een..r…! – por un momento Xure creyo que aquel hombre habia volteado directamente a verlo pero no habia podido retener su mirada –¡Seeor!- grito varias veces hasta que un grito bastante considerable surgio de su boca reseca.
-¡Señor!- grito y vio lo que le pareció el cuerpo más extraño de su vida, el cuerpo del anciano parecía estar hecho de caucho puro un gran cráneo giraba en todas dirección y sin embargo se dirigía solamente a el.
-¡Callate muchacho, cállate, que no vez que nos estamos ocultando?!, tu sige la corriente y tan solo escucha mis gritos- decia el anciano mientras la sangre le corria a travez de sus arrugas.
-¿Qué?- Xure se pregunto para si mismo Todo aquello era mas que irreal, tenia que ser el sueño mas loco que habría tenido porque aquella persona sangrante le pedia que tan solo viera su dolor y no querían que lo interrumpieran- su rostro regreso a su posición mas cómoda, y un gran espejo le devolvía ahora su reflejo, podia ver su rostro de niño, su rostro joven y adulto pasar a ser un anciano, jamas habría imaginado que algo pudiera mostrar de esa manera el futuro, tenia que ser obra de algún dios que le mostraba su destino, por un momento creyo entenderlo todo, aquella era su vida pasar frente a sus ojos.
Por un momento pensó que tendría sufiente tiempo para analizar su sitacion, no sabia cuanto tiempo habia dejado de mirar su propio reflejo pero a pesar de que miraba hacia la derecha y no al frente ahora el dolor ya no era tan insoportable, aunque aun asi pensaba que se desmayaría cuando por fin llego a lo alto de la pirámide. Xure tenia la sensación de que sus ojos saldrían de sus orbitas no quería mirar porque sabia que su vida era un desastre, quería el castigo ya y ahora, no quería tenérselas que ver con su pasado, y menos con el Dios que castigaría ese pasado.
Cerro los ojos y un dolor invadio todo su cuerpo, no habia ninguna luz al llegar a la cima, no era digno de pasar al paraíso.

Hola Xure.
Una voz metalica recorrio toda la habitación
¿Quién eres?
Mi nombre es Ometeotl, y en algún momento de mi vida fui humano. Ahora no soy nadie, soy lo que en mi tiempo humano la gente llamaría una vieja historia. Un pequeño aleteo de información que comenzó justo aquí, para cambiar la historia de nuestra humanidad.

Al parecer OME solo podia hablar de una manera poco humana, a diferencia de Josephine Ometeotl parecía ser una maquina y un humano a la vez. Ome parecio estudiar el cuerpo de Xure con sus luces para comprender mediante una lectura de su cuerpo lo que no decia con palabras.
“el hombre que honra lo meramente artificial es dios de su paraíso y esclavo de la maquina”  -dijo para Xure -Yo deje de existir hace mas de 10000 años, lo que vez ahora, el mundo que conoces, solo son los multiples paraísos que cree para mi, después sembré la idea de la felicidad en esos paraísos para toda la población entera. La gente es feliz, teniendo un destino escrito al cual llegar, nadie tiene que lidiar con la realidad de un planeta decadente y una muerte sin sentido. Las maquinas jugaron un papel importante en mantenernos vivos durante tantos años, sin ellas vivir en el paraíso seria imposible.
Vamos Xure? Eres mas listo que esto crei que para entonces ya lo habrias deducido. Si recuerdas cosas de tu pasado  quiere decir que recuerdas la historia del mundo, un mundo triste donde todos luchan por su supervivencia. Algunos aun desean seguir viviendo en aquel lugar desolado, dicen que este paraíso es la razón de nuestra decadencia.
¡Y lo es!- exclamo Xure
Sus maquinas sigen contaminando el ambiente, nada nunca podrá crecer mientras estas maquinas no desaparezcan.
¡Silencio! Estas maquinas mantienen el orden! La gente teme los dioses, la gente es recompensada por esos mismos dioses, la gente obedece. Tan solo un tonto no puede ver eso.
La gente no conoce su propio cuerpo, nuestras almas están atrapadas sin poder avanzar, debe desconectar la fuente, debe desconectarse y dejarnos morir, solo asi, nuestras almas tendrán nuevamente una oportunidad de florecer en el futuro.
Tonterías de un viejo loco. Debo admitir que te admiro Xure, es la tercera vez que entras a convencerme, ¿sabes que nuestra luz es la que mas a brillado durante todo este transcurso? Tu el dios de lo bueno, y yo el dios de la mentira. ¡DEBERIAN DE AGRADECERME ESOS INGRATOS! –grito ometeotl- Yo les he dejado ver el paraíso sin siquiera haber sido atormentados por el infierno. 
Sabes cuantos han deseado desconectarse este año? Un millón incluyendo, incluyendo a mi hija, mi propia hija. Prefirió la muerte a continuar al lado de su padre.
-tú no eres su padre-
-claro que lo soy, lo fui en todas sus vidas, y ella existe gracias a mi, gracias a la tecnología que la mantiene viva-
- ¡Como prisionera¡, ¿que no vez que todos somos prisioneros de tu locura? yo también deseo salir, y morir para reunirme nuevamente con ella-
-Eso no pasara nunca te lo aseguro, el infierno por el que pasaste te parecerá un verdadero oasis cuando te encuentres con la realidad, ni siquiera recordaras nada alla arriba de tanto sufrimiento y después pasaran millones de años en la eterna obscuridad-.
-no me importa, realmente no me importa, la amo y se que su alma encontrara a la mia en algún momento, la tuya también lo haría si nos desconectaras-
-Josephine esta muerta, muerta, solo quiero regresarla al sistema para volver a imaginarme con ella-
-Josephine esta muerta, dejala asi, debe seguir adelante-
-nunca encontré la luz, nunca vi nada al final del camino, fue en ese momento cuando regrese a la tierra, con todas esas ideas que rondaban en mi cabeza mi único plan para seguir con vida era implantar en todos la idea, de que seriamos felizmente inmortales. Los primeros cuatrocientos noventa tuvieron el suficiente dinero para comprar las primeras pruebas, y ellos mismos patrocinaron el proyecto, convivimos un tiempo en el OME hasta decidir si era realmente lo que queríamos, y todos aprobaron la idea, pronto toda la gente se entusiasmo por el proyecto la idea se difundio en las redes como la polvora, por fin verían en vivo y en directo como los primeros quinientos individuos se hacian inmortales y vivian en el paraíso de sus mentes, a los pocos minutos mas de la mitad de la población estaba encantada viendo los resultados todos en el OME tenían un pedazo de cielo asegurado, y muy poca era la gente que se resistia a probar al menos una vez el diseño. Mi hija por el contrario, lloraba cada vez que la conectaba, apenas tenia quince años, pensé que estaría lista, pensé que deseaba estar al lado de su padre para siempre, pero ella no, Josephine no deseaba eso, quería una vida lo mas humana posible y yo sabia que las cifras para el futuro le deparaban solo un destino cruel. Asi que la oblige tantas veces como me fue posible, y un dia no despertó de la cama, babeaba por la boca y se convulsionaba su historial mostraba que habia descubierto la realidad por tercera vez y quería regresar a ella pero era mucha información demasiado confusa para darle un verdadero sentido, ella quedo atrapada en varias historias, y aunque estaba en coma casi muerta, ahora si podía controlar sus recuerdos, aquella locura solo podia tener sentido si yo se lo explicaba con calma ver mi rostro es lo único que la tranquilizaba, ó al menos eso crei durante todos estos años. Hasta que llegaste tu.
¿Qué acaso no lo recuerdas verdad Xure? No recuerdas nada de lo que sucedió alla arriba, fue solo hasta que pedi las grabaciones de las terapias cuando entendí que hacias aquí, y tu fuiste lo suficientemente audaz para tomar dos vidas y pasar desapersivido, me impresiona que no supiera de tu planes antes, pero eso esta por cambiar.

Me di cuenta de cual era mi error cuando Jose escucho el tubo de plástico que rompio mi cabeza, y la maquina comenzó a reproducir el mismo sonido cada cierto tiempo, un error en el sistema que ya nadie podia arreglar desde fuera llegaste tu.
Asi que Teo, por fin nos conocemos, tu eras el ultimo de los psicólogos del sistema, el ultimo que comprendia a la perfeccion el sistema psicológico que mantenía a la gente atada al OME, jamas quisiste ser esclavo de esto, tampoco quieres salvar a la humanidad, simplemente has venido por ella.
¡Un hombre que venera lo meramente artificial es dios de su propio paraíso y escavo de las maquinas”  -decia Teo aun sin poder creer toda la historia que cargaban aquella frase.
-fueron tus ultimas palabras antes de conectarme por ultima vez, a mi y  a mi hija, sabia que la amabas, sabia que esperaba un hijo tuyo, por eso la obligue una vez mas cuando me entere que estaba embarazada de ti, para hacerla abortar mientras estuviera conectada-
Tu nunca lo sabrias, pues supuse que morirías de manera natural como los demás infelices que dejaron sus almas a su suerte, pero un dia apareciste en el sistema y mi única opción era de nuevo borrarte de la vida de mi hija. Ahora ah muerto mi hija y nada me detiene para desconectarte a ti y a todos los demas. Ingratos! Seguire viviendo al lado de mi hija por toda la eternidad, y ella me amara igual que antes, asi me tome otras mil vidas.

-Eso no sucederá- dijeron Xure y Teo.
Hello Jean Marie Auel.
My name is Jenifer A Herrera, I live in México, till these day I have twenty four years old, I also not as good as my husband at English grammar, but the thing is, I have been in love of your stories sense 2000, when I have only  eleven years old, and my dad give me the first book The Clan of the Cave Bear, and I have been reading all your books sense them, but when you start with the last book It seems something change in you, you don’t really want to say the story of Ayla any more, I think you want to tell the story of the caves, mostly the cave of “Chauvet” in France discover in 1994.
Well let me just tell you something Auel, at first, -I’m so ashamed to tell you these- but I didn´t get your book at first, but I saw these documentary about the same cave and I was so impressed about the similarities in your book at that cave, It also gave me the sensation to want to discovered also these caves by my self not just in my computer, I really don’t know these, but I think It was the smartes thing to do for finishing your book, I mean It will never be the same for a human being like me justo to read about the cave and to see the film on my computer, but you bought make me feel for a moment like I was in there.
Jean M. Auel, I love your book, but the story of Ayla it was also something that I was expecting more from your book, my favorite part it is the moment when Ayla eats accidentaly the leaves that she thought was “menta”, If some day you give me an answer in my blog about why did you write more about the cave of “Chauvet” in France, I will tell you why these part it’s my favorite part.
And only will tell you one more think, my first son or girl that I have, I will named Ayla or Jondalar.

From México
Atte. Jen

viernes, 21 de marzo de 2014

Segundo Libro


Nunca hay suficiente tiempo para corregir 
solo suficiente tiempo para hacer.

SEGUNDO LIBRO
Un joven y guapo príncipe no deseaba nada más en el mundo que tener bellos hijos, había tenido muchos amores a lo largo de su vida, pero nunca se sentía satisfecho, suplico a su padre el rey que buscara entre todas las princesas a la más bella que le diera la estirpe que él deseaba. El rey cegado por el amor hacia su hijo, salía cada mañana en la búsqueda de la candidata.  
Delante del príncipe desfilaron bellísimas princesas ataviadas de las más finas joyas y hermosos vestidos, mujeres de manos perfectas tan suaves como la seda y rostros tan resplandecientes como el satín, pero el príncipe nunca se sentía satisfecho con ninguna de ellas. Decía que ninguna se comparaba a la belleza que el mismo era, un rubio, alto y de color ojos azul apagado con la piel tan clara, solo podía casarse con la que igualara.
Cansado de la búsqueda tan lenta de su padre, el príncipe decidió una noche mandar a buscar a la bruja más sabia del bosque, por la mañana se atavió con las joyas de su padre y se quedó sentado sobre el trono esperando la llegada de la bruja que solicito a espaldas del Rey. Sabía que si la bruja tan sabia era, adivinaría que él no era el rey, y sabría entonces quien sería la candidata perfecta para el príncipe.

 
La bruja que atendería un parto aquella mañana no llegaría nunca con la con la mujer que durante meses había solicitado a la bruja su ayuda para dar a luz. Al ser llevada al castillo del rey sin ninguna explicación le manifestó ante el príncipe sus preocupaciones sin siquiera pensar en dirigirse a él como el rey y perder más tiempo fingiendo que le había creído.
-Príncipe le suplico me deje regresar con la parturienta que hoy debería estar ayudando y yo le prometo que acudiré aquí al día siguiente sin premura-.
El príncipe que había pasado mucho tiempo sentado en la gran silla de su padre se sentía mal humorado y algo tonto frente a la anciana sabía que lo había descubierto al instante. Negó regresar a la bruja con la madre hasta que ella cumpliera sus deseos.
-Quiero tener a mi lado a la mujer que me dará los hijos más hermosos que este reino haya visto, y quiero tener un mi primogénito,  un varón, el más sano, fuerte e inteligente hombre que exista alguna vez en el reino-.
La bruja que tenía un gran poder también sabía que el príncipe podría apresarla si no hacia lo que le solicitaba, pero antes sabía que tendría que castigar al príncipe por su egoísmo sin que este sospechara de su magia. No podía romper su promesa de ayudar a la madre  que luchaba en esos mismos instantes por traer sola a una criatura, sería aquella parturienta la que daría a luz al hijo varón del príncipe, la mujer tendría un hijo sano, fuerte e inteligente que crecería y la amaría tanto como para protegerla. Después de un tiempo la anciana explicaría a la parturienta que la primer hija de ella nacería años después en el vientre de la reina y seria su destino volver a encontrar a su hija.

Para eso la bruja dio un pinchazo en el ojo del príncipe extrayendo su esencia, ese mismo pinchazo se lo daría a la madre ese mismo día en el mismo ojo, pasarían otros nueve meses antes de que la nonata adquiriera el color de los ojos de su madre, esa sería la forma en que la desdichada y pobre parturienta encontraría a su hija en el pueblo.

Para la segunda petición, la bruja ya más tranquila bailo alrededor del príncipe tocando su flauta de madera, largo tiempo bailo alrededor del impaciente príncipe. Al tiempo que el baile se hacía más rápido, de entre las frías paredes de piedra del castillo el príncipe comenzó a ver salir la mano de lo que parecía ser una hermosa aldeana, aquella mujer era de baja estatura tenía cabellos largos y negros que cubrían su espalda desnuda, una piel tostada por el sol brillaba en sus hombros, y sus ojos eran de un color café claro que el jamás había visto en otra persona. Era la mujer más sensual que había visto, sus labios carnosos no hacían más que querer desear besarla y el solo mirar sus senos y sus caderas solo hacían que sus pensamientos se hicieran confusos, ella era en todo diferente a él y a toda mujer que hubiese visto en su vida y deseaba amarla cuanto antes.
En aquel oscuro castillo emergía esta mujer exótica, dueña del amor y el deseo que tanto deseaba obtener el príncipe, solo que en aquel momento el príncipe jamás había conocido a una mujer así, ni siquiera en el pueblo existía alguna que se le asemejara, no sabía que tanto podría confiar en la mujer-piedra para hacer a sus hijos hermosos y bellos como el príncipe lo imaginaba.
Había crecido rodeado de mujeres hermosa cabellera rubia a lo largo de su vida, todas eran consideradas preciosas por su padre y la nobleza, aquella mujer era un misterio, se sentía tan atraído a ella con tan solo tenerla presente hacia que el cuerpo del príncipe ardiera de deseos de poseerla, su aroma era delicado proveniente de las flores que cultivaba y su aliento era tan dulce como los frutos que rodeaban su choza a orillas del mar, y aunque todo en su cuerpo atraía al príncipe,, no era lo que él pensaba que la bruja le entregaría.
Desconcertada la mujer antes piedra deseaba regresar cuanto antes a la piedra donde antes había estado su playa que la había engullido y traído a ese sitio frio y obscuro que el príncipe llamaba castillo. Simplemente tocar la piedra fría con los pies descalzos hacia estremecer de miedo a la mujer que en su vida había tocado algo tan helado. Supuso que aquel era el castillo del príncipe pero nunca antes en su vida había imaginado pisar el castillo, aunque sabia lo hermoso que eran sus jardines, su pueblo estaba tan alejado del reino del Omet que el castillo solo era un cuento para niños en su pueblo playero. Y sin embargo ahí estaba ella, parada junto al príncipe y a la vieja bruja que recorría los pueblos.
Mucho tiempo atrás, cuando ella era una pequeña niña sus padres habían enfermado, era una enfermedad que solo la nobleza había adquirido y nadie en el puedo sabía qué hacer para curar a los padres de Unuen, la pequeña niña suplico a los curanderos del pueblo le ayudasen a cambio del cacao que sus mismos padres le habian entregado, pero estaban tan aterrados por esta nueva enfermedad que decidieron dejar morir a los padres  y así no contagiar a nadie más, a escobazos la pequeña niña de seis años fue votada del templo de los curanderos para así no propagar la enfermedad que ya tenía a sus padres en su lecho de muerte, pero sus mazorcas de cacao no le fueron devueltas, exigió a trompicones y gritos le regresaran sus mazorcas pero el curandero principal le dijo que era el precio que pagaría si contagiaba a alguien más en el pueblo.
La pequeña niña lloro durante horas a la orilla del mar aquel día, no solo ahora no podía curar a sus padres si no que le habían quitado todas las mazorcas de cacao que sus propios padres le habían indicado vendiera para que sobreviviera en su ausencia, todo en aquel día era desdicha, pasaron las horas y oscureció, la niña cuidaba de sus padres como podía y les llevaba agua de coco cuando sus labios se había resecado, mirando a la luz del fuego a sus padres agonizar, así pasaron las horas cuando.
De la nada, una carroza jalada por un hombre musculoso llego hasta la playa donde tenía su choza,  una vieja anciana bajo de la carroza esperando encontrar un poco de agua fresca para ella y su compañero llamaron a la choza varias veces antes de entrar, los huesos en la entrada de la choza significaban enfermedad y eran una advertencia para los desconocidos que quisieran cruzar el umbral.
Una voz despertó a la niña de su mundo de dolor por un instante. – ¿Quién es usted?- pregunto la pequeña.
-Mi nombre es Pachama, y yo y mi compañero queremos agua para beber, venimos de hacer un largo viaje-
-Aquí no hay agua para ustedes, ni si quiera para mí, mis padres están agonizando y necesitan más agua que ustedes, váyanse, o se contagiaran de la misma enfermedad que está matando a mis padres- ordeno la pequeña niña.
-¿Qué es lo que tienen tus padres niña? Pregunto la anciana sabia.
-La enfermedad de los nobles, pero nadie quiere ayudarme, y ya no tengo cacao para sobrevivir, puse los huesos en la entrada para morir con mis padres, déjennos solos, déjennos morir-
-Tu enojo no solucionara nada niña, si nos regalas un poco de esa valiosa agua podre ayudarte a curar a tus padres- dijo la anciana mientras se sentaba en el petate de la niña a descansar.
-Yo fui con los curanderos, dijeron que no era curable y que tenía que enfrentar su muerte yo sola sin contagiar a nadie más-
-Algunos de esos curanderos morirán peor que tus padres corazón, pero mientras tu venganza llega, porque no nos regalas un cuenco con agua, a cambio puedo revisar a tus padres-
La niña desconfiaba de la vieja y su musculoso acompañante, sabía que existían ladrones y violadores pero en su pequeña playa al lado de sus padres nunca había tenido que preocuparse. No le quedaban muchas opciones, no confiar en la anciana podría suponer que la obligara a ceder no solo darle agua, en realidad podrían robarle todo lo que habia en su choza, a regañadientes, y sin dejar de desconfiar la niña sirvió dos cuencos llenos de agua de coco, y los llevo a las manos de la anciana, esta compartio un cuenco con su amigo musculoso que no dejaba de ver al vacio, por un momento cuando le puso el cuenco en los labios este parecio volver momentáneamente a la normalidad y bebio con desesperación cada gota.
-Un poco mas pequeña- dijo la anciana cuando su compañero y ella habían terminado el fresco liquido.
-No queda mas- bufo la pequeña.
-Se que tienes mas, tus padres y tu recogieron muchos cocos, los eh visto-
-Esos cocos son muy duros y ahora no tengo la suficiente fuerza para usar el machete, llévense los cocos si eso es lo que quieren y déjennos morir-
-No vas a morir niña, ni tu ni tus padres, eres sabia al desconfiar de extraños, pero yo no soy una total extraña, quizás oyeras hablar de mi, soy la bruja del pueblo cercano al reino, vengo de un largo viaje y en las estrellas estaba escrito que te encontraría a ti, ahora, a cambio de que me dejes llevarme seis cocos curare a tus padres, pero antes tienes que entender que seguirás en deuda conmigo, engañar a la muerte no es algo sencillo y te costara mas que un par de cocos con agua. Ahora dicho dame tu mano cerraremos el trato y revisare a tus padres-
-Yo no tengo mas mazorcas con que pagar, no tengo nada de valor-
-O, si que lo tienes mi niña, eres valiente, y fuerte, veras que en el futuro pueda yo mandarte a llamar, lo sabras porque es tu destino, y yo lo se porque hoy estoy aquí contigo, nos volveremos a encontrar donde quiera que este, el dia que necesite que me pages nos volveremos a ver, y entonces podras salvar hoy a tus padres y el dia de mañana a mi.
La niña titubeaba ante las palabras de la bruja, si era verdad que ella era una bruja sabia que podría curar a sus padres pero no saber de que manera le haría pagar podría ser peligroso, pero ¿Qué otra alternativa tenia? Si la anciana se iba y no intentaba salvar a sus padres de todos modos moriría con ellos, y la muerte también la aterraba.
-¿Tenemos un trato hija?- alargo nuevamente la mano la anciana.
Y la pequeña alargo su pequeña mano también.
-Bien ahora tienes que subirte a la carroza, mi lacayo te llevara al castillo donde encontraras una hierba muy particular que solo planta el rey en sus jardines, el te llevara a los jardines y de ahí tendras que hallar la manera de entrar y cortar esta hierba que te indicare, huele a mierda de caballo y suele estar acompañada por florecillas pequeñas y dulces, sabras que es la correcta porque últimamente casi todas han sido arrancadas y hay muchas pisadas alrededor de la planta. Nadie en el castillo debe verte de lo contrario te tacharan de ladrona y nunca saldrás-.
La niña ni siquiera tuvo tiempo de pensar nada, el lacayo la tomo por la cintura y corrió hacia la carroza donde la coloco y corrió tan rápido que a la niña le parecía irreal tal velocidad, nunca habia viajado mas que en burro y no conocía a nada ni nadie que recorriera distancias a esa velocidad se aferro a lo que pudo para no caer, ni siquiera le dio tiempo de remilgar por el requerimiento tan peligroso que suponía ir por la planta. El lacayo parecía correr enloquecido y sin embargo la carreta se encontraba perfectamente estable.
Mientras tanto un padre trataba de abrir los ojos temeroso de que su hija hubiese sido raptada, aunque bien habían alucinado durante varios días, aquel hombre que habia tomado por la cintura a su niña le parecía muy real,  trato de voltear su cuerpo hacia la orilla de la cama para pararse, pero una mano huesuda lo detuvo.
-Ella va a estar bien, por la mañana yo no estare aquí pero tenia que dejar que se fuera, de lo contrario el dolor que sentiran a continuación la habría asustado. Ahora te abrire el estomago y luego el de tu esposa, hay que sacar las cuchillas de pedernal que ingirieron, ser el catador de un rey nunca es cosa fácil, y vaya que les gusta arriesgar su vida a ti y a tu esposa, pero las mazorcas de cacao no valen tanto la pena creeme, de ahora en adelante este dolor les servirá para pensar mas las cosas antes de arriesgar nuevamente sus vidas y dejar sola a esa niña.- Los gritos de dolor ahogarían cualquier otro sonido de la playa durante toda la noche.
Mientras tanto la niña llegaba a los jardines del pueblo, y trataba de meterse entre los matorrales cerrados que rodeaban el jardín con las flores, algunos guardias patrullaban el jardín plácidamente parecían mas bien estar disfrutando de una caminata, pero la pequeña sudaba un frio tremendo cuando alguno de ellos se paraba cerca del arbusto que necesitaba.
Era una tarea a su parecer titánica, y sin embargo aquel dia ninguno de los guardias la encontraría. –De todos modos, voy a morir- dijo la pequeña niña antes de correr a los matorrales, arrancar la planta mas tierna y regresar a la carroza, todo habia parecido tan fácil que aun no se lo creía, debía de ser parte de la magia de la anciana porque ningún guardia la habia encontrado, pero cuando quería que el carruaje se moviera el lacayo no se movia.
-Anda, que ya tengo la planta, ya podemos regresar- pero nada.
-Anda, que mis padres están por morir y necesitan la planta- intentaba mover con su cuerpo la carroza con lo cual solo lograba moverla levemente los brazos del lacayo se aferraban fuertemente a la carroza y fue ahí cuando la niña noto que de hecho estaban lastimados, lucían como lijas pero sangraban en grandes resquebrajaduras. –Tus manos están heridas, esa vieja bruja te obliga a que la lleves a todos lados- La niña masco un poco de las flores, las ganas de vomitar eran demasiadas porque solo las florecillas eran dulces pero la planta despedia un olor putrefacto a estiércol. Se las arreglo para poner un poco de la planta en las heridas sangrantes del lacayo a pesar de que este no dejaba de aferrarse a la carroza.
-Listo, si esta planta es tan poderosa para que mis padres se recuperen tu también deberías de recuperarte, pero ahora me que quedado sin suficiente para mis dos padres, eh de volver al castillo- Nuevamente ahora con menor cautela la niña entro al jardín pero no seria un guardia quien le descubriría si no un niño, un niño pequeño tan pequeño como ella.
-No puedes llevarte eso.- le dijo el niño regordete que tenia en su boca un gran caramelo –No puedes llevarte las flores del castillo ó te meterán al calabozo- decia el niño despreocupado con el caramelo cubriéndole parte de la barbilla.
-Yo no quiero ir al calabozo, pero necesito esta planta para que mis papas se mejoren- dijo la niña mientras observaba al niño devorar el caramelo.
-¿Tienes un dulce como esos que me regales?-
El niño que no le temia a la niña cerro un poco los ojos receloso de que se quisiera llevar sus dulces, el castillo estaba lleno de ellos, en especial su cuarto que a esta hora estaría lleno de chocolate caliente y pequeños bombones pero nunca le habían pedido que compartiera ninguno de ellos con nadie, era hijo único y podia hacer y tenerlo todo sin compartir nunca.
-Tu tienes tus dulces, no puedes llevarte los mios-
-Mi madre hace un dulce de coco con miel y piloncillo, pero esta muy enferma y hace mucho que no pruebo un dulce, ¿me regalarias uno?-
- Solamente si te inclinas ante mi- dicto y levanto la barbilla el niñato.
-¿Qué es inclinarse?- pregunto la niña.
-Inclinarse es cuando una persona hace una reverencia ante alguien con riquezas-
-Yo no conozco a nadie que tenga riquezas, solo saludo con la mano ó con besos en la meguilla a quienes dicen mis padres que debo de tenerles aprecio-
-¿Qué es aprecio pregunto el niño?
-Cuando quieres a alguien sin importar quien sea-
-Ah! Entonces yo te enseño a hacer un reverencia y tu me enseñas a mostrar aprecio,  luego te regalo mi dulce-
-Si, quiero aprender la reverencia-
-Mira primero te inclinas asi, cruzando las piernas para atras y levantas tu vestido para que no arrastre con el suelo.-
La niña realizo el mismo movimiento que el niño levantando su vestido en ese momento se dio cuenta de que llevaba días sin lavar su ropa y que debería de oler muy feo, pues sus padres nunca la habrían dejado sin bañarse tantos días, tanto dolor le habia hecho olvidar sus enseñanzas.
Yo no tengo un vestido largo y este esta casi destruido por los viajes que hice, mis papas están enfermos y debo volver.
-Espera antes de que te vayas, ya hiciste la reverencia, aquí tienes tus dulces, y le entrego dos chocolates en forma de moneda.
-¿Qué son?- pregunto aquella
-La moneda del reino de mi padre, no son de valor, solo las hacen asi para mi, te regalo dos mas para que le des una a tus padres.-
-Muchas gracias- dijo la niña y le dio un beso en la mejilla – Ahora tengo que correr-.
El niño todavía podia sentir la calidez de la mejilla de la niña cuando esta hecho a correr, ni siquiera supo su nombre pero soñaría con ella y ese encuentro durante mucho tiempo, le habia regalado un beso, igual que su madre lo hacia antes de ir a la cama, antes de que ella falleciera aquel dia por la noche unas cuchillas perforarían su estomago, alguien estaba tratando de matar a la realeza.

La niña salio disparaba por el mismo hoyo ya se habia familiarizado a su tamaño y ahora lo cruzo con una rapidez inesperada, habría continuado con ese animo cuando cruzo la barrera de haber encontrado la carroza, pero el lacayo al parecer habia partido sin ella, debía de haber sido una trampa, y una de las peores, no solo la bruja la habia perdido en un lugar que ella no conocía, si no que seguramente sus padres estarían muertos para cuando ella llegara con la planta.
La niña lloro a borbotones el estomago le gruñía con la nueva esperanza de que sus padres se salvarían habia recordado el hambre que tenia, y como su único pensamiento habia sido dejarse morir no habia consumido nada todo aquel dia, camino algunos pasos hasta donde las antorchas del reino iluminaban las ruedas dejadas en la tierra por la carroza y la dirección que habia tomado, era un camino en línea recta pero en la obscuridad del bosque ya no podia ver mucho mas, asi que llego hasta donde las líneas de la carroza se veian y ahí se sento a llorar los borbotones de pocas lagrimas que aun le quedaban, el hambre parecía una auja que le atravesaba el estomago de un lado a otro y recordó tener las chocolatinas, se comio dos con premura, quiso conservar las dos que eran para sus padres pero el hambre era demasiada, con las ultimas lagrimas comio las monedas de su padres, y se atajo bajo un árbol a pasar la noche, solo por la mañana lograría ver las líneas de la carreta y asi regresar a su casa. Era la primer noche que Unuen como la habia nombrado su padre se hallaba sola y desprotegida, y sin embargo tuvo un sueño sumamente placentero.

Veinte años después de ese suceso habían pasado, y Unuen creía que la bruja ya había olvidado cobrar aquel favor, solo fue cuando las arenas de su choza la tragaron viva veinte años después y logro de alguna manera salir de las paredes frias de aquel castillo cuando todos esos recuerdos de aquella aventura se habia vuelto a hacer realidad, durante mucho tiempo habia creido alucinar a la vieja y al niño de las chocolatinas, y dejado de preguntarse si esa habia sido la manera en que sus padres se habían recuperado, tan solo recordaba claramente una cosa, habia caminado durante varios dias sin comida y cuando llego a casa, sus dos padres estaban vivos y sanos, y la recibian con los brazos abiertos... la pesadilla habia terminado.

diosa

Una raíz es una vida con pasado,
todo lo que le permita crecer ó morir estará rodeando a la raíz.
Donde quiera que existan raíces habrá historia,
el reto se encuentra en comprender el significado de esa historia.


Xure no entendia por que tenían que ir a la iglesia, era el momento mas aburrido del dia, un viejo contando chistes de locos para un grupo de adultos obedientes, su padre habia comprado aquel dia una Pantalla desplegable de “20 a 30” para una sola persona con ““Experiencia” de un espacio cuadrado de cinco sentidos, se podia ver, oler, comer, oir, y sentir cualquier película como si se hubiera estado ahí, era la mas fantasquica televisión que habían tenido, y ese dia su familia quería estrenarla. Pero su madre insistia, no antes de ir a la Iglesia. Donde el padre proyectaba la película de lo que hasta ahora era una mujer incada a lo largo de un invernadero plantar rosas, el invernadero lo habia construido cinco meses antes de comenzar las temporadas frias…. Aquella escena era bastante entendible hasta que llegaba a la escena Juan Diego. un joven indígena de no mas de 19 años, de ahí en adelante todo se habia vuelto muy confuso y fascinante.
“La hermosa mujer planto rosas en el invernadero en los últimos cinco meses de aquel frio invierno y decidió esperar a uno de los feligreses mas asiduo de la iglesia juan diego  en aquella colina que cada mañana recorria a travez de la gruesa neblina entre los bosques para llegar a misa.

Ese era uno de los primeros recuerdos de Xure una mujer hermosa que pese a que pasaba días postrada en la tierra segia igual de hermosa, no como su madre que trabajaba dia a dia y era diferente a las mujeres hermosas que proyectaban en la pantalla, no, aquella virgen era una diosa, y Xure siempre estaría en la búsqueda de su diosa.

Pein

4.1

El sonido de las campanas los días anteriores a las festividades eran los sonidos más felices que Josephine podía escuchar desde que era niña, eran los días con más gente y sonidos alrededor de los bosques en todas sus casas y plazas, había días de felicidad infinita.  Los niños salían a jugar en las grandes plazuelas del lugar, mientras que las niñas podían aspirar el olor de las flores frescas que decoraban sus peinados. Todo el pueblo parecía feliz, todos cantaban y danzaban al ritmo feliz de sus instrumentos.
 Mujeres y hombres y  niños parecían estar en sintonía los unos con los otros, eran días llenos de magia, eran los días más fríos del año y aun así en casi todos lados se festejaban y bailaba.
Menos en las casas de los dioses, los templos, palacios y jardines sagrados que eran rodeados por los bosques donde habitaba la gente de los pueblos aquel era el espacio prohibido que ninguno de ellos debía cruzar, aquella barrera de árboles que impedía que los unos con los otros se mezclaran, era la misma barrera que Josephine recorría dentro de los límites del palacio, a veces Josephine recorría a lo largo y ancho por horas pero esa era su caminata favorita del año.




Había comenzado desde muy temprano en la mañana, justo el tiempo necesario para despertar antes que todos los dioses, asi y echar un vistazo al inicio de las festividades.
4.2
 Era increíble ver los cambios que esas personas podían lograr con tan pocas provisiones y herramientas, las calles estaban adornadas de listones de hermosos colores, los puestos llenos de flores esperando a ser regaladas aquel año eran espectaculares, el agua caliente de muchas poncheras desprendía fragancias de diferentes capullos secos. Roselle podía oler y recordar todo aquel dia con los olores, a veces para los días de muerto una flor de cempasúchil, para el invierno el olor de las poncheras, la celebración de invierno siempre significo olor a ponche en el aire, a diferencia de la gente rica que olian a pino Roselle jamas habia tenido un árbol en su hogar, ni siquiera uno artificial eran demasiado caros para su familia y usualmente solian tener suéteres nuevos en esas épocas, la única cosa nueva que les regalaría su madre.

Roselle creyo haber visto algo entre los matorrales de aquella casa imponente entre los matorrales habia una pequeña niña del otro lado, por supuesto no vestia igual que ella, la niña con un vestido largo y amarillo parecía totalmente comoda y limpia, tenia una piel tan clara como las palomitas, pero no estaba igual de sucia que la de Roselle que llevaba días sin agua caliente en casa. Debia ser una princesa pensó Roselle como aquellas princesas de la televisión del puesto de DVDs piratas, era una niña hermosa, era una princesa igual que en las películas su vestido brillaba y su cabello estaba bien arreglado, la niña incluso tenia un gorro en la capucha que cubria el vestido como la de su princesa favorita.


Para Josephine que se encontrada del otro lado de la alambrada, no era interesante mirar a la pequeña niña indigente que se paraba al lado de ella sin dejar de mirarla, Josephine veía a toda esa gente como un todo, como una pobreza que de alguna manera cambiaba su aspecto cada ciertas temporadas, no odiaba a esa gente pues no concebia el odio, pero sabia que sus padres no permitían que esas personas entraran en el palacio. Eran para resumir, un misterio completo lo que cada año hacian estas personas, que a veces apenas consegian para comer, que lograran tanto explendor en sus calles.


Ahhhh maldito dolor de cabeza no se me quito, y eso de que el baño me quede al otro lado de la casa no esta padre.

miércoles, 19 de marzo de 2014

1

La mujer planto rosas en el invernadero secreto
En los ultimos cinco meses antes del cada invierno
Decidio esperar al feligres mas asiduo de la iglesia,
para que al pasar junto a este le enseñara las rosas a Juan, 
y asi engañar al pueblo.

Aveces tan impresionante con la misma verdad, resulta que el escrito se materializo en mi cuerpo.


1

Libro uno y un cuarto del siete.
Schubert – Ave María
-Ayúdenme-
Una mujer de edad avanzada tiembla dentro de lo que parece ser una gran caja metálica de paredes lisas; tierra negra y maleza muerta cubren la dura piel morena de sus pies descalzos, un sudor frio recorre su espalda al ver un hilillo de sangre recorrer su pierna, abre la boca en señal de desesperación, pero sabe que aun nadie la escucha. A parte de sus ropas viejas sus únicas pertenencias son un cuchillo de piedra y varios sacos con hierbas que lleva sobre la cadera, rebusca entre ellos para sacar lo que parecen ser diminutas semillas, titubea un momento pensando en si puede haber otra salida. No, no la hay, se pega a la pared desesperada deslizando su cuerpo frágil hasta quedar sentada en una esquina. Llora mientras traga la mayoría de las pequeñas perlitas algunas quedan parecen hacerse cada vez mas una vez están dentro de su boca invadiendo su traquea se ahoga con ellas y algunas salen de boca para reproducirse haciéndose una pequeña mása sobre su regazo. De pronto todas las paredes se iluminan.
 -Ayuda- Dice a implorando. La sangre que abandona su cuerpo comienza a restarle color a su piel. Pensaba que sería mejor morir antes de que la oyeran pero era demasiado arriesgado si no ingresaba ella misma la información al sistema, tal vez una vez muerta absolverían a la vida que cargaba en su vientre.
Recostó su cara en el suelo brillante, había sido muy cuidadosa en dejarse vencer por el lado derecho dejando desprotegido el lado izquierdo, el rostro que se reflejaba en la superficie lisa y brillante del suelo, parecían regalarle una sonrisa, era su gran final, su última batalla y estaba lista para rendirse y enseñar su último baile, el fin, estaba cerca.

2
Majora´s  Mask –Wrath- Time’s Ends
Una voz metálica hablo en el interior de sus oídos.

Unas campanas replicaban a lo lejos de la cabina donde se encontraba, un sonido cromático anunciaba que era hora de acudir al templo, nadie debía faltar o aquel sonido flemático hacia nausear a cualquiera que lo desafiara, los hacia enloquecer y si no obedecían los hacia querer la muerte. ¡¡¡¡Por favor que pare!!! Por favor! ¡Tengo miedo tengo miedo! A lo lejos las campanadas volvieron a sonar y el sonido de fuegos artificiales que significaban que los dioses comenzarían a llegar no dejarían de sonar hasta dentro de cinco horas y nadie humano la podría ayudar.
Dentro de su cabeza lloraba las lágrimas que sus ojos no podían derramar, temblaba en su mente el cuerpo que nada sentía ya, y sus labios blancos perdían la última gota de sangre de todo su rostro que perdia su calor.
-Si así lo deseas… podemos ayudarte, Ixel-O602- resonó una voz metálica en su cabeza.
–Un bebe no autorizado vive en su vientre Ixchel-O602- dictamino la voz.
-Mi nombre no es Ixel-O602, mi nombre es Ixchel y mi hijo está por nacer-  se molestó la mujer agonizante.
-Lo que dice es un peligro para el equilibrio de la gente con la que coexiste Ixchel-O602, ¿Desea confirmar esta conversación?- Dijo la voz férrea.
-Sí, la confirmo. Que tome mi lugar- Clamo Ixchel con hilillos de baba que le corrían por las comisuras de los labios y pronto volvió a respirar.

En aquel momento las paredes parecieron cobrar vida y toda la habitación se ilumino con hilos de luz de un color dorado opaco.

La mujer realizo un gran esfuerzo por no abrir los ojos y contemplar su vida proyectada en aquella habitación, lágrimas calientes brotaron de sus ojos cuando creía poder sentir el mismo calor que en otro tiempo le había proporcionado otro cuerpo. Sonrió y rio con lágrimas de felicidad, amor y tristeza, sabía que debía obligarse a no ver aquellos recuerdos o aquel torbellino de información haría que cambiara nuevamente de parecer respecto a si debía morir.
No debía de haber vuelta era lo que la anciana le había enseñado, aquellos recuerdos deberían ser  solo suyos y cargarlos hasta su muerte u olvidaría lo que había venido hacer en un principio.

3
Terrible Fate – Majoras Mask

 Tenía que suspender la descarga de información antes de que la maquina encontrara la ubicación del padre del hijo que cargaba en su vientre.

-Tock toc tock- al otro lado alguien tocaba la puerta con mucha fuerza, debía de ser una trampa, nadie podría estar al otro lado de la puerta, no aquel dia.

–Abran la puerta en este mismo instante- ordeno una voz en el exterior- tock tock pank- un objeto había golpeado la habitación dañando la imagen tridimensional

–¡Abre esta cámara ahora mismo!- Ixchel había escuchado lo que le parecía ser imposible, una voz humana estaba al otro lado de la cámara, e Ixchel la reconocía.

-No es más que una trampa- decía Ixchel para sus adentros, no es más que una trampa no hay nadie al otro lado.
-Abra la puerta Ixchel- clamaba la voz que no se encontraba en su cabeza.
-Nimitztlazohtla mi pequeño hijo, mami te ama demasiado-  Ixchel dijo por última vez a su hijo.
-¡Hija por favor no lo hagas!- rogo una voz del otro lado. ¡Hija por favor no hagas eso! Te amo.
Aquella era su señal, su muerte no debía demorar ni un minuto más. El cuchillo abrió camino desde su cuello, hasta tocar hueso del cráneo donde se detuvo, y al instante las paredes dejaron de emitir su luz y la habitación quedo a obscuras durante un tiempo que pareció eterno.




Aqui comienza el pequeño diario

Con faltas de ortografia transcribo.

A veces es mejor escribir que tratar de tener en la memoria vivo un pensamiento que odias recordar pero que sin embargo necesita estar ahí.
Para mi escribir comenzó como una tontería de niñata de 10 ó 13 años le pidió un pequeño diario a mamá, seria la primera vez que podría manter lejos de su memoria un recuerdo que le acribillaba el cerebro, afortunadamente para este ser pequeño el secreto seria bien guardado y nadie ni siquiera su esculcon hermano podrían descubrir. Pero no fue cierto, como asi Josephine pensaba, que le robara un dulce su hermano era distinto, un dulce no rebelaba nada de la verdadera personalidad de aquella lolita que en su mente ya fraugosos y “ecaminosos” juegos tramaba. Josephine era un angel para la gran mayoría de sus familiares, una niña adorable y hermosa que todos en el reino adoraban. Un angel que solo se la pasa mirando cuentos de adas una y otra vez mientras los adultos podían hablar agusto.
Asi caminamos algunos años hasta ese nefasto momento, en el que aquel pequeño diario fue arrojado a la basura con una cinta plástica alrededor para que ni siquiera el “señor de la basura” pudiera leerlo.  Era cerca del año en que aquel chabelo todavía no habia alcanzado las redes sociales, si no muchismo antes, tan antes que tu el que estas leyendo este momento y yo podríamos habernos leído en diferentes momentos y tiempos.
Estoy hablando de aquella época en la que los únicos colores irreales con los que convivias dia a dia era la televisión a colores, con ese señor que te decia aquel que paso a las dos generaciones.  Deberia estar dándote risa en ese momento, aunque a mi no, siento que todo aquello de que unos niños se la pasaran horas sentada frente a un cuadro con imágenes resultaba en una atrofia de la realidad, yo cuando empeze a escribir para ustedes debía de haber sido mi primera publicación, en cambio tengo una de los hechos distorcionados por mi cerebro durante años de enterrar recuerdos.
Bueno como mi cerebro piensa que lo recuerda es asi.
Hitler era mi hermano en aquel momento, el enemigo de mis enemigos, enloquecio aquel dia y me robo mi pequeño diario, era una estupidez lo pude haber pensado Hitler era un preescolar ni siquiera sabría leer la etiqueta de los dulces con los que lo atiborragan, no. Hitler solo quiere saber porque lo que esta adentro es tan especial. Pero resultara en una desepcion para el ya que cuando encuentra la llave se da cuenta de que no puede ni siquiera leer la información, ó espera quien sabe si a mi parecer el era tan pequeño como un preescolar ó tan grande como un primario. En fin, fuera como fuera  Hitler no retendría ninguna información tanto tiempo incluso si supiera organizar el abecedario, se que no es importante para el, pero si para mi, y ahora me arrepiento Hitler le dira a mama que le lea para que ella traduzca y entonces ahora si, adiós a la pequeña lolita, verán quien es ¿lolita?.
Bueno por supuesto sabemos que Lolita es un personaje de Vladimir Navobok y es una niña que en apariencia es similar a las demás, pero tiene esa miraba lasiba y penetrante que cada cierto tiempo un viejo verde descubre para sodomizarla y llevarla “por el mal camino”. Asi que si, lolita es uno de mis libros favoritos y seguramete habría sido la lolita mas joven del mundo de tan solo haber aprendido a leer antes. Ya que asi como queremos ser Harry Potter aquellos muchachos de mi generación Gokurera . Sale pues, no me voy a enojar, dije que esto seria una cosa seria y que lo contaria sin tapujos ni largas y fantoches escrituras.

La verdad es que le tenia miedo a mi madre, un miedo atroz ya aun tenia veinti cuatro años y le tenia un miedo atros desde aquel nefasto dia, me habia descuidado un minuto, cuando hitler le dio mi diario a mi mama, sabia yo que era el fin, sudaba como si hubiera estado todo el dia jugando en las calles de México bajo el sol ardiente durante tanto tiempo. Yo sabia cosas, cosas que nadie sabia si no hasta que pasaban en su presente, yo en cambio era arqueóloga del infinito y escritora del presente, tenia ante ella la prueba máxima de como pensaba una niña de diez años en aquel siglo, Veran, mamá era la mujer mas hermosa que yo haya conocido, no supe de todo su amor hasta bien entrada mi preparatoria, pero ella también experimentaba conmigo, creo que tanta lectura en su escuela le habían dado unas ideas bastante curiosas. Habia leído recientemente como un hombre de edad se hizo famoso en algún momento de la historia por saber como pensaban sus hijos, era una madre joven y no la culpo, ya habia perdido un hijo antes y resumir si la muerte de otro estaba cerca era su destino evitarlo a toda costa a y sacar adelante a su primera hija la que le recordaba a cada momento a la primera perdida. Me costaría 24 años de mi vida darme cuenta de que solo pasando por un aborto entendería ese sentimiento.

Asi que en algún punto de la historia entre mis 10 a 13 años tal vez un poco menos… mi madre encuentra un tesoro invaluable, sabe que su hija escribe, que  es una profesora, educada, antiguamente adinerada, sabia que los recuerdos de su hija podían ser invaluables para el futuro, asi que guardo todos y cada uno de sus dibujos, pero cuando le resulto evidente que solo estarían entrando en su cabeza si podia hacerla entender el abecedario juntas, y Josephine domino primero las letras hasta que su cabeza casi explotaba y mama detrás de ella se desvelaba para alcanzar la fama. Josepghine seria prodigia sin que su madre lo supiera por completo, ya que en su verdadero gran sueño era haber criado hasta la muerte y dejado una vida llena de riquezas para sus hijos, todo eso era una reverenda jalada de lo que mi madre en lo obscurito se fumaba, pero ahh vaya que era buena.
Detective o no, leyó al menos algo, y eso le hizo jamas volver a ver a su hija como la mas tierna de todo el pueblo, bien le venia poder matar al diablo ahora que era joven e indefensa antes de soltar al mismísimo demonio en el futuro crecido y fuerte.
Creo que ese dia a mi madre le iba mal, no solo lidiaba con la idea de no obtener la fama que ella tanto deseaba, le hiba mal pensado que la mas hermosa de las niñas no era el querubín regordete que todos imagiban, Josephine era bonita, mas bonita de lo que su propia madre admitiría, habia tenido al menos un amante antes de terminar la primaria y ni siquiera se habia embarazado estúpidamente. Solo habia dos soliciones al misterio, ó su hija era el mismísimo satanas, ó solo estaba mintiendo acerca de esos amantes. Josephine camino lentamente esperando el peor final, podrían echarla a la calle y final feliz, el diablo era derrotado y el demonio habia sido exorsisado, aunque bien podia morir en el intento.
Mi madre lloro aquel dia en su cuarto detrás de la puerta floja de madera de la casa vieja que mis padres rentaban para sus hijos, Josephine era feliz en aquel lugar, y eso era algo que solo el mismimo diablo podría amar, aquel pequeño desierto era una condenada humareda pero Josephine veía cosas diferentes de aquel sitio, cosas que nunca antes podia haber visto de haber vivido entre las casas ricas que sus abuelos les habían quitado a sus padres.
Era la pobreza en su metamorfosis, y Josephine podia ver algo de belleza en aquellos lugares horrendos, la joven y hermosa prostituta que deambulaba por las calles, aquellos niños del campo drogados que se mantenían tranquilos cuidando sus cultivos de maíz de saqueadores, las siete casas de ladrillo gris sin color que toda casa tenia,
Y Maria, mi madre, sentía que el pecado se encontraba mas cerca de lo que ella le habría gustado haber admitido, era conciente de el lugar que ella misma habia elegido como la colonia donde criaría a sus hijos, era su misma colonia solo que algunos años mas adelante, mas sin embargo las cosas habían cambiado desde entonces. La tele no nos habia demostrado tanta crueldad y catástrofes en tan corto tiempo, las imágenes que camtabamos de otros países eran igual de confusas como los libros que les habia leer a los analfabetos del lugar en sus practicas escolares.
Josephine habia crecido en un mundo diferente al de su madre, y solo ahora ella estaba asustada por la clase de cosas que su hija retenia en su cabeza en aquel mundo, me regreso el primer diario, Y jamas volvimos a hablar del asunto.

Lo curioso es ahora que tengo mas edad, que Josephine y yo seriamos tan diferentes y tan dependientes la una de la otra, mas yo de ella que ella de mi, aquel dia, no sabia que pensar, sabia algo que era bastante cierto, mi madre era inteligente, y cualquier cosa la habia retenido por el tiempo suficiente si fuera tan importante.

Pero como lo que aun sea lo suficientemente miedosa  para comprobar lo llegue  a saber en muerte.